14 de marzo de 2018
Hoy, Marcos, se ha levantado a las 06:00 horas, hemos descendido a la planta primera, se ha sentado en la trona, con su batidora de juguete, la cual le obsesiona mucho; He puesto los dibujos animados en la TV y le he dado su desayuno.
A las 06:35 horas he observado por la cámara de observación que tenemos dispuesta para Valeria, que se despertaba, por lo que he subido a la planta segunda a por ella, sin que despertara a mi mujer, por lo que la he bajado, la he sentado en su trona, y le he dado su desayuno.
Ya tenía a los dos entretenidos viendo los dibujos animados, y comiendo bizcocho.
Al cabo de un rato, sonó el despertador de mi mujer, y bajo a desayunar, y aquí Marcos empezó su ritual de incordio continúo, quería que su batidora fuera arreglada, ya habiéndole explicado que no tenía pilas, él insiste, insiste, e insiste, y comienza a emitir sonidos que van entre el sollozo de niño mimado a las exigencias de niño mimado.
A todo esto, Valeria, por supuesto, comienza a rosigar porque ella quiere ver a "mimi", sus dibujos favoritos, y se los ponemos, a lo que Marcos rosiga porque quiere ver a Pocoyo.
Tras tomar un relajante legal para comenzar el día con alegría y sin nervios, procedemos con el ritual mañanero de prepararse para ir a trabajar, yo no, yo hoy estoy libre, libre pero ocupado, me encargaré de la casa, de sacar a "Lili", la perrica, de arreglar todo lo concerniente a los gatos, a su habitación, de regar las plantas del patio trasero, de las de arriba, de sacar a nuestra mandrágora a que le dé el sol, de destender la ropa, poner una lavadora y tenderla, en fin, de hacer la casa entera para no vivir en el desastre, por lo menos un mínimo de orden.
A las 8:30 horas mi mujer se lleva a los dos críos a la guardería y al cole.
A las 11:30, puedo tomarme un respiro tras hacer todo lo anteriormente citado.
A las 13:00 horas recojo a Valeria de la guardería, voy a comprar a mercadona con ella, y nos vamos a esperar a que salga Marcos del cole, sale a las 14:00 horas.
Cuando llegamos a casa, nos espera la abuela con la comida, y Marcos la vuelve a liar, igual que por la mañana, negativas a todo, insistencias en recuperar su batidora, la cual la madre le quito por la mañana al final tras mucha paciencia, por si no fuera poco Valeria no quiere comer, tiene demasiado sueño y después de rosigar lo irrosigable se queda frita en la trona.
Marcos se va con la abuela a su casa, tras liarla mucho, se pone imposible y nos crea mucha impotencia.
A las 17.00 horas recojo a Marcos de la casa de la abuela, parece que esta mejor, me los llevo a los dos al parque, hasta las 17:40 horas ya que Marcos no para de tirar piedras pequeñas del parque hacia todas partes, como castigo nos vamos.
A las 18:00 horas un amiguete se acerca a casa, a mostrarle mi colección de historia, y observa lo que es tener dos críos.
A las 19:30 horas se ha ido el amiguete y procedo a dar de cenar a los críos.
A las 20:15 horas los llevo a dormir, quedan dormidos y llega la paz a casa...hasta mañana.
A las 06:35 horas he observado por la cámara de observación que tenemos dispuesta para Valeria, que se despertaba, por lo que he subido a la planta segunda a por ella, sin que despertara a mi mujer, por lo que la he bajado, la he sentado en su trona, y le he dado su desayuno.
Ya tenía a los dos entretenidos viendo los dibujos animados, y comiendo bizcocho.
Al cabo de un rato, sonó el despertador de mi mujer, y bajo a desayunar, y aquí Marcos empezó su ritual de incordio continúo, quería que su batidora fuera arreglada, ya habiéndole explicado que no tenía pilas, él insiste, insiste, e insiste, y comienza a emitir sonidos que van entre el sollozo de niño mimado a las exigencias de niño mimado.
A todo esto, Valeria, por supuesto, comienza a rosigar porque ella quiere ver a "mimi", sus dibujos favoritos, y se los ponemos, a lo que Marcos rosiga porque quiere ver a Pocoyo.
Tras tomar un relajante legal para comenzar el día con alegría y sin nervios, procedemos con el ritual mañanero de prepararse para ir a trabajar, yo no, yo hoy estoy libre, libre pero ocupado, me encargaré de la casa, de sacar a "Lili", la perrica, de arreglar todo lo concerniente a los gatos, a su habitación, de regar las plantas del patio trasero, de las de arriba, de sacar a nuestra mandrágora a que le dé el sol, de destender la ropa, poner una lavadora y tenderla, en fin, de hacer la casa entera para no vivir en el desastre, por lo menos un mínimo de orden.
A las 8:30 horas mi mujer se lleva a los dos críos a la guardería y al cole.
A las 11:30, puedo tomarme un respiro tras hacer todo lo anteriormente citado.
A las 13:00 horas recojo a Valeria de la guardería, voy a comprar a mercadona con ella, y nos vamos a esperar a que salga Marcos del cole, sale a las 14:00 horas.
Cuando llegamos a casa, nos espera la abuela con la comida, y Marcos la vuelve a liar, igual que por la mañana, negativas a todo, insistencias en recuperar su batidora, la cual la madre le quito por la mañana al final tras mucha paciencia, por si no fuera poco Valeria no quiere comer, tiene demasiado sueño y después de rosigar lo irrosigable se queda frita en la trona.
Marcos se va con la abuela a su casa, tras liarla mucho, se pone imposible y nos crea mucha impotencia.
A las 17.00 horas recojo a Marcos de la casa de la abuela, parece que esta mejor, me los llevo a los dos al parque, hasta las 17:40 horas ya que Marcos no para de tirar piedras pequeñas del parque hacia todas partes, como castigo nos vamos.
A las 18:00 horas un amiguete se acerca a casa, a mostrarle mi colección de historia, y observa lo que es tener dos críos.
A las 19:30 horas se ha ido el amiguete y procedo a dar de cenar a los críos.
A las 20:15 horas los llevo a dormir, quedan dormidos y llega la paz a casa...hasta mañana.
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